domingo, 24 de junio de 2018

TERCER AÑO SOCIALISTAS UTÓPICOS


SOCIALISTAS UTÓPICOS

La palabra socialismos incluye un número de grupos que aspiran a una clase de orden social nueva, basada en la concepción económica  y social de los derechos humanos. El socialismo significa una ordenación colectiva de los asuntos humanos sobre una base de cooperación, con la felicidad y  el bienestar de todos, haciendo resaltar la producción y la distribución de la riqueza.
Los primeros utopistas habían sido: Tomás Moro, Tomás Campanella, Francisco Emilio Babeur. Pero fue en el siglo XIX cuando floreció el pensamiento del socialismo utópico. Casi todos fueron intelectuales escritores o propietarios burgueses preocupados y denunciadores de los estragos que el capitalismo producía en la clase trabajadora: Robert Owen, Carlos Founier, Saint-Simon. Su propósito fue haber sometido a crítica la incapacidad de la revolución burguesa para dar a los trabajadores: libertad, igualdad y fraternidad.
La gran debilidad del socialismo utópico estaba en que su crítica no se fundaba en una reflexión o estudio del desarrollo económico (ciencia social) sino quedaba fundada sólo en la denuncia a la luz de una sociedad futura de carácter ideal.
Consideraban también que éste era el único camino ya que el pueblo por sí era incapaz de organizarse y actuar por sí mismo
Principales autores del socialismo utópico:

·         Saint-Simon (1760-1825)Su sistema hizo aparición en la época en que el proletariado se hallaba todavía poco desarrollado. Contrariamente a los filósofos y sociólogos de su tiempo que defendían el régimen burgués, él lo criticaba y soñaba con sustituir el orden social capitalista por el socialismo. Pero al no comprender la naturaleza del capitalismo, no supo hallar la vía del socialismo. Era de origen noble, tuvo por maestro a D'alambert, y tomó parte en calidad de voluntario, en la guerra de independencia de Estados Unidos.

Durante la revolución burguesa de 1789 en Francia, renunció a su título de conde. Al principio la revolución conquistó su simpatía pero se decepcionó cuando el advenimiento del terror. Murió en la miseria. Como lo dijo Engels fue el espíritu más universal de su época. En lo que concierne a la historia de la sociedad, se eleva por encima del materialismo francés, algunas de cuyas ideas filosóficas comparte. En tanto que los materialistas franceses consideraban el proceso histórico como un simple encadenamiento de efectos de la casualidad, Saint Simon defiende su teoría del determinismo histórico. Para él cada sistema social constituye al principio, un paso adelante en la historia. El sistema esclavista como el sistema feudal, señalan un progreso: tanto el uno como el otro contribuyeron al desarrollo de la producción, de las ciencias, del arte.

A pesar de su orientación idealista, emite ideas que lo acercan a la interpretación materialista de la historia. El mayor mérito de Saint Simón consiste en su concepción del papel de la propiedad y de las clases en el desarrollo de la sociedad. Los fundamentos de un nuevo orden social estarían constituidos por la gran industria científicamente y planificada, mantiene en la sociedad que proyecta la propiedad privada y las clases. En el orden social futuro, la función primordial debe pertenecer a la ciencia y a la industria, y a los sabios y a los industriales. Entre estos últimos sitúa a los obreros con iguales títulos que los burgueses, fabricantes, mercaderes, banqueros.

Su pensamiento tiene un carácter utópico: el futuro orden industrial llegará según él, gracias a la propaganda de la filosofía nueva "positivista". Es adversario de la solución revolucionaria de las contradicciones del régimen capitalista. Su doctrina no constituye un socialismo proletario científico, sino un socialismo utópico ilusorio; no es una doctrina de dirigentes de masas proletarias, sino de socialistas solitarios, aislados de las masas

·         Robert Owen (1771- 1858): Dirigió una gran fábrica, redujo la jornada de trabajo a 10 horas -las demás empresas eran de 13-. Mejoró las condiciones de vida y de trabajo de los obreros, fundó una escuela modelo para los hijos de los obreros, organizó una un jardín infantil.

Sus ideas filantrópicas lo condujeron al comunismo. Partió a Norteamérica para organizar allí la colonia comunista "nueva armonía", sufrió un fracaso y volvió a Gran Bretaña, donde tomó una parte activa en el movimiento obrero, sindical y cooperativo, del cual se apartaría más tarde. Su doctrina terminó por tomar un carácter apasionado. Owen murió a la edad de 87 años, y sus ideas desempeñaron un papel positivo durante las décadas del treinta y el cuarenta del siglo pasado. Contribuyó mucho a la instrucción de los obreros.

Estuvo cerca de los materialistas franceses del siglo XVIII. Afirmaba que el hombre es un producto de las circunstancias y que su carácter se forma al margen de su voluntad. No son los hombres los culpables por sus defectos y sus vicios, sino el régimen social en que viven. Los crímenes de los hombres son los crímenes de la propia sociedad; castigar a los individuos víctimas de su ignorancia y de los errores de la sociedad, es una injusticia clamorosa. No hay más que modificar las condiciones de la vida social, mejorar el orden social, y las costumbres de los hombres cambiarán. Para Owen la propiedad privada y las libertades burguesas, esta sociedad era tan imperfecta como el régimen feudal, sólo la sociedad socialista es perfecta. Se elevaba contra los economistas burgueses, que se esforzaban en demostrar que el régimen capitalista es natural y razonable. Según Owen la sociedad burguesa sólo es temporal. A diferencia de los filósofos franceses que se dedicaban a reivindicar la abolición de los privilegios de casta. Owen aspiraba a la supresión de las contradicciones de clase, al restablecimiento de la igualdad social entre los hombres.

Criticaba severamente al régimen capitalista: la propiedad privada, la estructura de clase, la división del trabajo, el reino de la competencia, el agotamiento creciente de los obreros. Estima que la raíz del mal social no está en el modo de producción capitalista, sino en la ignorancia de los hombres, que son inconscientes de su propia naturaleza. Creía que las contradicciones sociales serían eliminadas por medio de la difusión de conocimientos y de la verdad. Consideraba la historia como idealista, viendo en ella solo un progreso de los conocimientos humanos.

Soñaba con un orden social nuevo, el socialista, en el que la comuna sería la célula elemental, se alzaba contra la lucha revolucionaria del proletariado. La transformación socialista de las relaciones sociales no puede ser realizada por medio de la violencia, por medio de la revolución, no comprendía el papel histórico de la clase obrera. Fundaba sus esperanzas en la iniciativa de la clase dirigente y en los gobiernos. 

·         Charles Fourier (1772- 1837): Fue un crítico de la sociedad burguesa. Puso al desnudo la contradicción entre las ideas y las promesas de los ideólogos de la revolución francesa, sobre la igualdad, la fraternidad y la justicia, por una parte y la miseria material y moral de la sociedad burguesa por la otra. El régimen burgués está pervertido. La pobreza es un polo, es engendrada por la superabundancia. Este orden social corta al hombre, ahoga sus sentimientos, sus deseos, sus pensamientos. Bajo el régimen burgués, la felicidad de unos, es causa de la desgracia de otros. Bajo la influencia de las ideas ejercidas por los materialistas franceses acerca del papel decisivo de la educación, elabora su teoría de las pasiones humanas para probar la necesidad del advenimiento de la sociedad socialista.

Declara Fourier que es el régimen social el que está viciado, el hombre es substancialmente bueno. Se trata de crear una sociedad que favorezca la plena satisfacción a las pasiones humanas, su desarrollo y su florecimiento. A partir de estas premisas diseña el cuadro de orden social futuro cuya célula fundamental es la falange compuesta de "diferentes series de producción". Todos los miembros de la falange tienen derecho al trabajo. De grado y obedeciendo en todo a sus pasiones, se enrolan en los diferentes grupos de producción. El trabajo es considerado en la falange como una necesidad, como una fuente de goce. La ausencia de especialización estrecha que corta al hombre bajo el régimen burgués contribuye a ello. En el curso de la jornada cada miembro de la falange cambia de ocupación varias veces, así se satisface la necesidad de diversidad propia del hombre. Fourier decía de los hombres del porvenir que su valor vencería todos los obstáculos, que para ellos la palabra imposible no existiría.

En la sociedad futura los intereses del individuo coincidirán con los de la sociedad. Se llegará a una abundancia de bienes materiales, como resultado de un trabajo creador y altamente productivo. La distribución en la falange se hace, en lo esencial de acuerdo al trabajo y al talento

Bajo una forma rudimentaria expresa la idea de la supresión de la oposición entre el trabajo intelectual y el trabajo manual, entre la ciudad y el campo.

El socialismo de Fourier tiene carácter utópico; se oponía a la revolución violenta. Desencantado de la revolución francesa, pensaba organizar la sociedad socialista del porvenir, gracias a la propaganda pacífica de sus ideas. Creía en la posibilidad de crear grupos bajo el capitalismo, Fourier se dirigía a los ricos a quienes les confiaba sus proyectos con la esperanza de obtener subvenciones para realizarlos. Al igual que los demás socialistas utópicos ignoró la misión histórica de los trabajadores asalariados.

Ejerció una gran influencia en el desarrollo de las ideas socialistas. Marx lo designaba como uno de los patriarcas del socialismo.

Los tres fueron enemigos del individualismo, del sistema económico de la libre competencia, y de la idea de que una ley económica natural por si misma produciría el bien general. Los tres coincidían en la opinión de que los asuntos económicos y sociales necesitaban una organización colectiva de carácter positivo para fomentar el bienestar, y que esta organización habría de basarse, en cierto modo en un principio de cooperación y no de competencia.

Propuestas:
·         Fourieristas.- Cultivo intenso de la tierra; Relegaban la industria y el comercio
·         Owenianos.- Importancia de la revolución industrial. La Nueva sociedad en equilibrio la agricultura y la     industria
·         Saint-Simon: Grandes obras de ingeniería: construcción de caminos, ferrocarriles; Organización de los bancos y finanzas


Los Saint-Simonianos, creían firmemente en las virtudes de una organización y una planificación científica en gran escala, y aspiraban en transformar los estados nacionales en grandes corporaciones productoras dominadas, por hombres de ciencia y de gran capacidad técnica y  enlazar, estos estados regenerados mediante grandes planes del desarrollo económico y social de amplitud mundial.

Los owenianos y fourieristas en su mayor parte evitaban la actividad política, mientras que los Saint Simonianos tendían a apoderarse de los estados y gobiernos y a transformarlos de manera conveniente a sus nuevos propósitos.
Coincidían, a pesar de sus muchas diferencias, en el punto de vista esencialmente social. Esto era verdad por lo menos en tres sentidos diferentes, aunque relacionados:

1.    Los tres consideraban la cuestión social, la más importante de todas, e insistían en que por encima de todo, la tarea de los hombres de bien, era promover la felicidad y el bienestar general.

2.    Los tres consideraban esta tarea totalmente incompatible con la continuación de    cualquier orden social que se basara en una lucha de competencia entre los hombres por obtener los medios de vida, o fomentarla.

3.    Los tres desconfiaban mucho de la política, y creían que la dirección futura de los asuntos sociales deberían ejercerla principalmente, no los parlamentos o los ministros, sino los productores, y que si el aspecto económico y social de los asuntos humanos pudieran organizarse de manera adecuada, las formas tradicionales del gobierno y de la organización política serian pronto invalidadas, y un mundo nuevo de paz y colaboración internacional, reemplazaría al antiguo de los conflictos dinásticos e imperialistas. Está desconfianza hacía la política y esta creencia en que el orden político estaba destinado a ser reemplazado por una dirección mejor de los asuntos humanos las compartían. Había diferencias considerables. Los fourieristas y los owenianos eran creadores de comunidades; se propusieron invalidar las sociedades antiguas y cubrir la tierra con una red de comunidades locales fundadas en una base verdaderamente social, y creían que estas nuevas fundaciones podían sin violencia o revolución reemplazar las existentes. Coincidían en que los trabajadores eran víctimas de una explotación. Se consideraban defensores de los derechos humanos.





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