El modelo agroexportador fue
una organización económica propia de ciertos países latinoamericanos.
Coincide, desde el punto de vista polìtico con la formación de los Estados Nacionales,
desde el punto de vista socioeconòmico con la modernización industrial de Amèrica Latina
y la llegada inmigrantes europeos.
El modelo agroexportador obedece a la
lógica imperante de la época que ubicaba países centrales consumidores y países
periféricos productores, por lo que el modelo exportador asumía el rol de
proveerle a la metrópoli de los alimentos que necesita, en un rol similar al
que ocupaba la américa hispana durante la colonia
El concepto de modelo
agroexportador es el que surgió en la segunda mitad del siglo XIX en América
Latina en general debido a la consolidación de un sistema económico basado
tanto en la producción de materias primas agrícolas como en la exportación de
las mismas a los países centrales (principalmente europeos). El modelo
agroexportador fue la consecuencia directa de la entrada casi ilimitada de
inversiones y capitales extranjeros que permitieron se reactive la economía en
gran parte de su territorio. Además, el modelo agroexportador coincide con el
establecimiento del Estado nacional.
La noción de modelo
agroexportador tiene que ver con el desarrollo del sistema mundial económico de
fines del siglo XIX. Este sistema se basaba en la división mundial entre países
centrales y países periféricos o productores. Mientras que los segundos se
especializaron en la producción y exportación de materias primas y de elementos
básicos (especialmente agrícolas), los primeros se dedicaron a la producción de
productos manufacturados o más complejos que se vendían a mayor precio que las
materias primas y que, por lo tanto, permitieron que las potencias europeas y
Estados Unidos se hicieran con gran capital.
Sin embargo, la crisis
capitalista de 1930 que hizo a países como Gran Bretaña, Estados Unidos y
Francia caer en una grave depresión económica cortó la circulación de
inversiones hacia los países periféricos. De este modo, los países
latinoamericanos debieron buscar el modo para sustituir ese modelo
agroexportador por uno de consumo interno que permitiera colocar toda la
producción local en el mercado de cada región.
A lo largo de su existencia,
el modelo agroexportador permitió el crecimiento (aunque no el desarrollo)
económico de países de A. Latina, ej
Argentina convirtiéndola en aquella región por lo que para la época era famosa:
"el granero del mundo".
El modelo agroexportador
instauró un importante flujo económico entre algunas potencias industriales
como Gran Bretaña, Francia o los Estados Unidos y las naciones jóvenes
latinoamericanas, modelando la sociedad de estas últimas en base a una economía
exportadora
A grandes rasgos, la consecuencia más importante del modelo agroexportador
tiene que ver con el crecimiento masivo del agro, pero no su desarrollo y
modernización.
A diferencia de los países
industrializados, cuyas historias económicas apuntaban a la implantación
del capitalismo
industrial y el surgimiento de una sociedad tecnificada, los
países de la periferia se concentraban en generar riqueza a partir de
suministrarle al primer mundo los materiales necesarios para su desarrollo.
Las consecuencias de ello no se hicieron
esperar: el mundo desarrollado pronto pudo incorporar sus propios productos
manufacturados al mercado, amparados en las potencias tecnológicas de la
industria moderna, abaratando los precios de la materia prima y constituyendo
un mundo muy desigualmente modernizado.
Durante este período creció la red de
transporte, se impulsó el latifundio en la Pampa y se exportó hacia Europa
buena parte de los productos locales, entre ellos la carne. Esto requirió
además de mucha más mano de obra campesina, por lo que se produjeron incentivos
para la inmigración europea (sobre todo anglosajona y de la Europa del este).
Sin embargo, el inicio de las Guerras
Mundiales del siglo XX (Primera y Segunda) disminuyó
drásticamente el volumen de las importaciones europeas, sentenciando al modelo
agroexportador a la crisis y, eventualmente, a ser reemplazado por uno de
consumo interno.
- Ventajas
Las principales ventajas del modelo
agroexportador son:
- Flujo
de capital extranjero. El ingreso masivo de divisas desde el extranjero incrementaron
rápidamente los presupuestos nacionales, permitiendo por igual la
inversión interna, el despilfarro y la corrupción.
- Inmigración. Numerosos países de América
presenciaron la ola de migrantes europeos que venía a cultivar en sus
tierras, incorporando no sólo conocimientos en la materia sino tradiciones
culturales y culinarias que enriquecieron la cultura local.
- Impulsó
el crecimiento. A
través de la expansión del agro, la plataforma cultivable creció y el
volumen de materia prima exportada fue significativo.
Las principales desventajas del modelo
agroexportador son:
- Dependencia
del mercado externo. Una vez que los mercados externos estén saturados, sean conquistados
por otra oferta o empiecen a autoabastecerse, la economía agroexportadora
se verá en crisis ante la disminución de su única fuente de ingresos.
- Desequilibrio
regional. Las
regiones se enriquecían de manera desigual, ya que la presencia de las
tierras cultivables a lo largo de la superficie del país también lo era.
- Los
latifundios.
Surgieron los grandes terratenientes y latifundistas de producción amplia
pero moderada, asistemática, cuya riqueza se sostenía sobre una mano de
obra campesina depauperada.
- No
impulsó el desarrollo. El país como tal creció en términos económicos, pero no en
industriales.
- Fin del modelo agroexportador
La gran crisis mundial de 1930 cuyo
epicentro es Wall Street en los Estados Unidos pone fin al modelo de
exportaciones del agro de los países latinoamericanos, obligándolos a
reemplazar a toda máquina el consumo externo, que cayó en más de la mitad de
sus cifras.
Asimismo el incremento poblacional
permitió un mayor consumo interno, de modo que se promulgó el modelo de
sustitución de importaciones, para dejar de consumir productos extranjeros
y apreciar los locales.
El
endeudamiento
El fin del modelo agroexportador estuvo
acompañado de una política de endeudamiento externo difícil de pagar, que
contribuyó a su manera en el retraso del desarrollo local. Los capitales
provenientes de la exportación agrícola fueron difícilmente sustituidos por
completo y la deuda con naciones del llamado Primer mundo se impuso como un mal
necesario para pilotear la crisis de los países periféricos.
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