El imperialismo sirvió de estímulo a la industrialización en aquellas áreas donde aún era débil y favoreció su
consolidación allí donde ya estaba en marcha. Pero, especialmente, el principal
objetivo de las metrópolis fue la obtención de materias primas abundantes y baratas y la colocación
de los productos manufacturados por sus
industrias en las colonias. Esto provocó un rápido desarrollo y crecimiento
económico para las naciones imperialistas. Pero desde el punto de vista
internacional fue una inagotable fuente de tensiones
y conflictos que culminarían en el estallido de
la Primera Guerra Mundial.
B.- Para los territorios dominados.
B.- Para los territorios dominados.
Demográficas: en este
aspectos las consecuencias son contradictorias, en sí la población se
incrementó como consecuencia de la disminución de la mortalidad, ocasionada por
la introducción de la medicina moderna occidental y la persistencia de altas
tasas de natalidad. Ello se tradujo en un desequilibrio entre población y
recursos que hoy día constituye un grave problema para los estados surgidos de
la descolonización. No obstante, en algunas zonas la población autóctona sufrió
una drástica reducción (especialmente en los inicios del imperialismo como consecuencia de la importación de
enfermedades desconocidas (viruela, gripe, etc) o por los enfrentamientos o las
condiciones de trabajo. En otros lugares, la población indígena fue simplemente
reemplazada por colonos extranjeros.
Económicas: Para la puesta en marcha
de la explotación económica de los territorios ocupados se hizo necesario el
establecimiento de una mínima infraestructuras. Fueron creados puertos,
ferrocarriles y carreteras para dar salida a las materias primas y agrícolas
que iban destinadas a las metrópolis. Las colonias se convirtieron en
abastecedoras de las mercancías necesarias para el funcionamiento de las
industrias metropolitanas, en tanto que éstas colocaban las manufacturas en sus
dominios, relación económica que se presentará de forma desigual, perjudicando las balanzas
comerciales de los territorio dominados. La economía tradicional basada en una
agricultura auto-suficiente y de policultivo fue sustituida por otra de exportación,
en régimen de monocultivo, ocasionando la desaparición de las formas
ancestrales de producción y la extensión de cultivos como el del café, cacao,
caucho té o caña de azúcar, dando lugar a notables cambios del paisaje y graves
alteraciones del medio natural, así como del rendimiento de la tierra.
Sociales: La burguesía de las
metrópolis (comerciantes, funcionarios y terratenientes), copó los niveles
altos y medios de la sociedad colonial. Hubo casos en que ciertos grupos
autóctonos fueron asimilados por los colonizadores y pasaron a formar parte de
la cúspide social. Esto ocurrió fundamentalmente con las antiguas élites
dirigentes, miembros de algunos cuerpos del ejército y funcionarios de la
administración colonial.
Pero, la mayor parte de la población autóctona fue objeto de un
generalizado proceso de proletarización
que incrementó las abundantes reservas de mano de obra
destinada a la creación de infraestructuras y a la agricultura de plantación.
Políticas: En mayor o menor medida,
las zonas ocupadas se vieron bajo el dominio y
control de las metrópolis y, por lo tanto la dependencia de las colonias respecto a
la ésta estuvo determinado por el tipo de organización administrativa que les
fue impuesta. Los cargos y la organización administrativa estuvo en manos de
los imperios. El aparato estatal funcionaba a su favor y en detrimentos de los
derechos de soberanía y autodeterminación de los nativos. Esa imposición no
estuvo exenta de conflictos que constituyeron el germen de los movimientos
anti-imperialistas. Éstos reclamaban a la metrópolis un mayor respeto a las
tradiciones autóctonas y la participación en las decisiones que se adoptaban
sobre los territorios administrados. En muchos casos los naturales de las
colonias demandaron los mismos modos democráticos que las metrópolis defendían
para sí mismas pero negaban a sus colonias: libertad, igualdad, soberanía nacional, etc.
Culturales: se dará la pérdida de
identidad de los pobladores indígenas al implantar los patrones de conducta, la
educación y la mentalidad de los colonizadores. La lengua de los dominadores
(especialmente el inglés y el francés) fue impuesta, conduciendo a un fuerte
grado deaculturación. La religión cristiana (católica, anglicana o protestante)
desplazó a los credos existentes en muchas zonas de África o bien se fusionó
con ellos, dando lugar a creencias de carácter sincrético. Sin embargo en el
mundo musulmán y Asia la experiencia evangelizadora fue escasa comparada con la
del África negra, debido al arraigo
de antiguas y complejas religiones, como el budismo y el
hinduismo.
Si bien muchos historiadores señalan que el imperialismo realizó
ciertas aportaciones positivas (como llevar conocimiento científico-tecnológico
nuevo, avances en la medicina, etc), lo cierto es que éstos se hacen a la
fuerza y en la mayoría de los casos como mecanismos de fortalecer el dominio de
las metrópolis.
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