BATLLISMO
Se caracterizó por:
La defensa del capitalismo,
que jamás cuestionó la propiedad privada de los medios de producción.
Un fuerte intervencionismo
económico. Los servicios públicos esenciales debían estar en manos del Estado,
ya que éste era el organismo representativo de la sociedad. El Estado debía
intervenir donde el capital privado fuera indeciso o temiera perder dinero,
porque no estaba guiado por el afán de lucro sino de servicio público. Además,
el Estado debía sustituir a las empresas extranjeras que se llevaban la ganancia
fuera de fronteras debilitando así el país.
Un moderado proteccionismo.Una
legislación laboral y de seguridad social avanzada.
Un fuerte anticlericalismo
expresado en la separación total entre la Iglesia Católica y el Estado.
Una concepción de la vida
social tomada parcialmente del humanismo, que se expresó en diversos órdenes,
desde la ley de divorcio por voluntad unilateral de la mujer, a la prohibición
de las corridas de toros y cualquier otra forma de maltrato a los animales.
La reforma de la organización
institucional del país, implantando el voto secreto y directo para la elección
del Poder Ejecutivo y transformando a éste en un órgano colegiado.
Batlle no aceptaba ningun
determinismo para el hombre. Su inmensa fe en los progresos del ser humano
marcó su autentico humanismo. Consideraba que, como ser racional, el hombre era
libre y contaba con la voluntad suficiente para ser su propia historia de acuerdo
con sus ideas. Sostenía que en una estructura liberal democrática el hombre era
capaz de llevar a cabo cambios sociales sin tener que recurrir al uso de la
violencia, la revolución o el determinismo económico de las teorías
socialistas. Al ser partidario del racionalismo espiritualista, era contrario a
todas las religiones reveladas, especialmente el catolicismo, que predominaba
en nuestro país. Contrario a la pena de muerte, logró su suspensión.
Si no se convertía a cada hombre en un ciudadano
instruido capaz de reflexionar, no se podía esperar que interviniera activamente
en la vida política. Esta idea, base de la democracia directa del pueblo, era
sobre la que se basaba.
ECONOMIA:
La economía del primer batllismo y los años veinte ofrece
una visión de la economía uruguaya entre el inicio de la segunda presidencia de
José Batlle y Ordóñez en 1911 y la crisis de los años 30. Es el momento de auge
del modelo agroexportador y a la vez el inicio de una larga transición desde la
economía agroexportadora –asediada por las crisis externas y por sus propias
restricciones- hacia otro modelo económico y social que se terminaría de
configurar recién hacia fines de la Segunda Guerra Mundial. Entremedio, el
Estado uruguayo asumió un renovado rol; en contraste con el incipiente
estancamiento ganadero, los servicios urbanos muestran una extraordinaria expansión,
que supera al ritmo de crecimiento de la industria. Son también los años de
auge del “primer batllismo”, con su vasto proyecto reformista, sus logros
perdurables, sus notorios fracasos.
Propugnaba un país de clases medias en el que “los ricos
fueran menos ricos para que los pobres fueran menos pobres” y consideraba que
ese ideal sólo podía lograrse por medio de la acción de un Estado
intervencionista y redistribuidor.
POLITICO:
Batlle pide o pretende hacer una politizacion de la
sociedad. Esto quiere decir que toda la sociedad participie activamente de la
politica. Para ello hay que involucrarse con los partidos politicos ya creados
o creando nuevos. En este período la mujer empieza a involucrarse y aparecen
las primeras mujeres en los cargos de gobierno.
El partido para poder funcionar mejor, para poder
transmitir las inquietudes y los deseos de la ciudadanía tiene que estar
organizado y vinculado con esta, para poder lograr esto se tomo se decidió
organizarse de determinada manera: en cada barrio de la ciudad se instalaba una
cede de cada partido que los representaba llamados club seccional. A estos lugares las personas podían acercarse
para plantear sus pensamientos, colaborar y en si vincularse con este.